Una buena tarde

Lunes, 13 de febrero de 2012

Una buena tarde

¡Pues que buena tarde echamos en Radio Barcelona con Serrat y Sabina! Rosa Badia que dirige y presenta «Tot és comèdia», me invitó a participar, a dar una sorpresa a los dos pájaros que han vuelto a juntarse.

Protagonizaron un programa especial que se emitió el sábado. ¿Qué iba a decir? Pues dije que «por supuesto» y allí que me planté para escuchar a los veteranos más gamberros y queridos del panorama musical.

Siempre he pensado que su amistad y complicidad es un regalo para todos. Es una suerte que los dos tíos más queridos de la canción se caigan bien, se piquen, se quieran y salgan de gira con disco nuevo.

Pueden (y van) por separado arrasando, pero ahora han descubierto que sumando se lo pasan cojonudamente. Son de esas conjunciones que valoraremos dentro de muchos años.

Me limité a decir dos tonterías y luego me quedé para aprender de su sabiduría y de su sorna.

Cuando hablan los buenos, lo que tienes que hacer es callar, relajarte y escuchar.

Los Sabinas

Miércoles, 9 de junio de 2010

Tocar el cielo vendría a ser lo que vivimos con Joaquín Sabina. Cogió el maestro y se apuntó a nuestra caricatura. Y se creó un trío que nos llenó de orgullo, complicidad y nervios. Pero salió bien. Porque cuando hay ganas y humor y retos en el aire, todo va bien.
Gracias Joaquín. Gracias Berto.

El Sabina, ese que canta

Martes, 17 de noviembre de 2009

Bien, bien, muy bien. Recibir a Sabina siempre es un gustazo, una noche especial. Y así fue. Vino con disco nuevo, con gira por estrenar, «estoy aterrorizado» y con la cabeza más clara de donde han salido las nuevas canciones. Se tomó una cerveza, repartió unas sonrisas, se mostró algo comedido pero nos ilusionó a todos. Porque para eso hacemos el programa. Para que vengan los buenos a contar cosas, a pasar un rato, a compartir unos minutos con sus miles y miles de seguidores. Sabina lo sabe y es agradecido.

Podría quedarse en su casa tan tranquilo, pero cogió un avión y se subió a un programa que emitían después de una película de Chuck Norris.

Gracias Joaquín (otra vez).

Maestros en acción

Miércoles, 10 de octubre de 2007

El fin de semana pasado, viví un cursillo intensivo de maestros del espectáculo. Maestros en acción. El viernes me planté en el Sant Jordi para ver y escuchar a los «pajarracos» Serrat y Sabina. El sábado cogí un avión y volé a Bilbao para presenciar el último espectáculo de Tricicle, «Garrick». Es, lo que se llama, un fin de semana bien aprovechado. Y, encima, me invitaron. ¿Qué más se puede pedir?
Sabina y Serrat
Serrat y Sabina se cascaron tres horas impecables. Les salen los éxitos por las orejas y por el corazón, así que el «juego» consistía en adivinar qué canción de las de siempre iba a venir a continuación. Me gustan cuando se cambian los papeles, cuando dialogan a lo «Rat Pack». «Me pido Frank Sinatra», dijo Sabina en el programa. Es un placer verles, compenetrados y queriéndose, dejándose la piel en cada escenario. Pude abrazar a Joaquin, envuelto en una toalla, a la salida del concierto. Parecía que había jugado una final de copa (con su Atleti, claro). Serrat pone el rumbo, despliega su encanto y, como dice su primo, «le tiembla el corazón al garganta».
El Tricicle
Lo del Tricicle fue otro placer. Pude ver el nuevo espectáculo antes de que aterrice en Barcelona o Madrid. Ahora se van a Argentina, así que había que aprovechar la ocasión. «Garrick» (un viaje a las profundidades misteriosas de la risa) no defrauda. Es más, yo diría que va a sorprender. Tricicle, lejos de acomodarse, sigue arriesgando y, en esta ocasión, hay una mezcla de piezas al estilo clásico marca de la casa y otras más nuevas y sorprendentes. O sea que aunque lo hayan conseguido absolutamente todo en el mundo del espectáculo, el respeto por ellos mismos y por el público, les empuja a seguir sorprendiendo. Me quedé con esa lección. Para esos días grises en que te peguntas si tiene sentido tanto esfuerzo y entrega.

BFN #312 – 03.10.2007

El placer de hacer televisión

Jueves, 4 de octubre de 2007

La que quieres, la que sientes, la que tienes ganas de hacer. El placer de recibir a Joaquin Sabina y Serrat (que no necesitan promoción alguna, con todas las entradas vendidas) y babear con una actuación acústica. Porque sí. Porque nos conocemos desde hace años y saben y aprecian nuestro amor por la música. El placer de recibir a Ricardo Darín , el actor que nos emociona en la pantalla, y jugar y charlar con él. Darín es bueno, generoso y buen compañero. Los que repiten se convierten en amigos y cómplices. Nos acreditan. El placer de unos actores que ganan confianza día a día, que salen a darlo todo, que arriesgan, que respetan a un público entregado y cariñoso. Todo eso y , mucho más, es lo que sentimos anoche en el programa.

Salimos y un compañero me dijo: «Esto justifica todos nuestros esfuerzos». Y tiene razón. El placer del resultado final, el subidón de comprobar que se puede hacer la tele con buenos mimbres, justifica todos los anhelos e ilusiones de un equipazo de primera división. Es una cuestión de tiempo. Tanta energía positiva, sólo puede traernos buenos resultados. Y no hablo del share. ¿En laSexta? Pues, en laSexta. Estaremos donde podamos hacer lo que nos gusta hacer. Anoche todo tuvo una sencilla y emotiva explicación: el placer de hacer televisión.

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