Primavera

Lunes, 20 de marzo de 2017

Gracias primavera, ya tardabas. Primavera trompetera. No entiendo a los que dicen «yo prefiero el frío». ¿Qué son? ¿Barritas de merluza? ¿Han nacido en el Mediterráneo? Bueno, hay que respetarlos. A mi dame ese calor que se parece al verano pero no del todo. Dame manga corta (y una chaquetita por la noche). Dame luz hasta tarde (y menos factura de la otra luz). Dame terrazas, un poco de operación bikini que el verano llegará y tú -grasa-, partirás. En fin, dame lo bueno y adiós a los fríos.

He empezado a hacer fotos con mi macro a las primeras flores. Eso son las ganas que tengo y no pienso disimular. ¿Cuánto falta para semana santa?

Primavera

Cuanto mayor te haces, más calor tienes

Miércoles, 15 de julio de 2015

Es así, aunque no queramos reconocerlo porque eso lleva implícito reconocer que te haces mayor, más viejo.
Cuando era pequeño no me daba cuenta de nada y, en verano, podía jugar en la calle hasta deshidratarme. Ahora, busco más el aire acondicionado que el wifi. Con eso lo digo todo. El calor me embrutece, me cabrea, me nubla… Yo creo que soy peor persona. Me puse a pintar en plena ola de calor y me salió un ojo dentro de unas llamas. «Ojete calor», dijo alguien en Instagram. Bien visto. (Luego en invierno nos quejaremos del frío. No nos gusta nada)

Ojo

Verano infernal

Viernes, 19 de julio de 2013

La semana pasada, el verano nos enseñó su peor cara. Era como si el infierno se hubiera dejado las puertas abiertas y un calor abrasador, insolente y autoritario lo envolviera todo. Más que calor, era un horno abierto. El aire quemaba y las nubes pesaban muchas toneladas, hasta que explotaban porque no podían más y, en un intento de apagar el incendio, descargaban lluvias alocadas y peligrosas. Todo muy extremo. Quizás fuera por eso (el calor no es bueno para nuestros maltrechos cerebros) que me pareció ver a Bárcenas como el señor de las tinieblas. El puto amo, el cancerbero del averno. Lo imagino sonriente, sentado sobre cientos de papeles de contabilidad a modo de trono y, desde esa posición de oscuro privilegio carcelario, tramando su plan de venganza contra sus excompañeros de partido. Todos esos políticos que supuestamente cobraban en B y que ahora se han puesto de acuerdo en negarlo tres veces antes de que cante el gallo. Y Pedro Jota, como un Tintín mesetario, viajando a ese infierno para desenmascarar a los malos, llevándose originales en su zurrón y poniéndolos a disposición del juez. Un juez que va loco, claro, y que tiene que volver a empezar.

En general, todo parece una serie de intriga política. Un «House of cards» de lastimosa pacotilla y nefastas consecuencias para todos. Porque esto es verdad y erosiona (más si cabe) la confianza de los ciudadanía en sus representantes. El calor arreciaba, pero Mariano no sudaba. ¿Lo ha hecho alguna vez? Incluso salió una heroína, Esperanza Aguirre. La mujer que siempre vuelve cuando menos te lo esperas. Esperanza alzó la voz e hizo un discurso de esos de película al que solo le falta música de fondo. Muy poco creíble, la verdad.
Así acabó el primer capítulo de la temporada, pero me temo que habrá más. Hay uno titulado Dimisiones, sobre el que los guionistas no se ponen de acuerdo y no se sabe si se va a rodar. En España no dimite nadie, sería inédito. Pero%u2026 alguna vez tiene que ser la primera, ¿no? Seguiremos atentos a Verano Infernal, la serie. (B) Verano Infernal, con una B entre paréntesis, quizás sería más irónicamente correcto.

«El Berenjenal» en Interviú.

Documentalismo veraniego

Martes, 30 de octubre de 2012

Primera y más importante regla de oro de un turista: un lugar no retratado es un lugar no visitado. Segunda regla: si tú no sales en la foto, estamos igual. Por eso, los visitantes se dedican a coleccionar paisajes. Antes nos enseñaban los álbumes o nos «pasaban» las diapositivas. A veces era un suplicio. Ahora, con un simple desplazamiento del dedo sobre la pantalla del teléfono, vas cambiando la imagen, saltando de escenario en escenario, viajas por todo el mundo en medio minuto. Estas dos chicas son italianas. Resulta muy extraño porque en Formentera casi no se ven italianos (modo ironía extrema). Pese a ser un acantilado y asarnos de calor, iban vestidas como para salir de fiesta. Algo muy italiano también.

«Fotodiario» en El Periódico

Documentalismo veraniego

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