Los dientes de Frankie

Martes, 12 de octubre de 2010

A mi querido amigo Frankie de Leonardis se le han caído dos dientes. Las dos palas de arriba. Frankie ya tiene una edad, por lo que no son de leche y me llenó de curiosidad el caso. Al poco me envió un montaje en forma de viñetas y, más tarde, la explicación. La pongo en común con vosotros.

Los dientes de Frankie

«Hace 18 años tenia 18 y estaban por pegar a un amigo, yo paré la pelea pero a cambio un tio me pego un cabezazo de lado, me tumbo del golpe. El otro saltó y me estuvo pegando patadas en la cara 10 minutos. El odontólogo de ese momento dijo que todo ok, aunque se ve que no… 18 años mas tarde y un bocata de pavo de por medio, los dientes se acabaron de desgarrar. Vitaldent, radiografía, la palabra implante, una factura importante, un doctor con sonrisa bonita y una lámpara de la guerra de los mundos y un pinchazo. Zaz! Estoy como el cuñado durante los próximos 3 meses.»

El sueño

Lunes, 1 de septiembre de 2008

Querido doctor: la otra noche estaba leyéndole un cuento a mi ahijado Jan, con el noble fin de que se durmiera. Lo que pasó es que el que se quedó frito fui yo. El niño debía conformarse con los dibujos (muy buenos por cierto), de un piloto que atraviesa el triángulo de las Bermudas con su avión. Era tal el sopor que me entró (no por culpa del cuento) que, hacia la mitad, decidí darlo por terminado. ¿Y ahora que hacemos? preguntó Jan. Pues ahora nos esperamos hasta mañana. Vamos a dormir y el del cuento también, que ha cruzado medio pacífico. Vale. Vale.

¿No habíamos quedado, querido doctor, que con la edad perdías sueño? Para mi no es ningún problema, porque me encanta dormir. De hecho, no sé porque le escribo, ya que no le conozco. Perdone. Igual se trataba de un sueño. Lo de «querido» es que soy cariñoso.
Con Jan

Estoy mejor del ojo

Martes, 22 de enero de 2008

Tras una semana o dos con el ojo rojo de conjuntivitis, puedo asegurar que me encuentro mucho mejor.
El jueves me «exploró» un médico. «Voy a mirarle el fondo del ojo». No sé por qué, pero me sonó mal. «Fondo del ojo». Pues nada, que me puso unos líquidos y me enfocó unos rayos láser y acabó tranquilizándome: «está usted muy bien». «Del ojo», puntualicé.

Autorretratojo

También me dijo que en tres horas pasaría el efecto de los líquidos y que podría conducir. Me sobrestimó en lo último. No podía conducir, porque tenía las pupilas más dilatadas que Pocholo. Toda la luz de Barcelona se metía en mi cabeza. Como una foto sobreexpuesta. Todo luz, todo auras celestiales. Pensé que el cielo debe ser algo así. Un exceso de luz.

Mi corazón

Miércoles, 12 de diciembre de 2007

Nunca había visto mi propio corazón. Sé que está por ahí dentro, pero verlo lo que es verlo, la verdad es que no. Por fin lo he conseguido en la Quirón de Barcelona, donde he ido a hacerme un chequeo que me ha confirmado lo que ya sabía. Que como mal, duermo poco, fumo mucho y cuando sudo, no es por el ejercicio físico. Vale. Me voy a cuidar.
Mi corazón
Lo del corazón acojona un poco. Cuando ves el incansable y permanente traqueteo que lleva, te das cuenta de que dependes de él. Es el motor. No le veo la parte poética por ningún lado y mira que le han dedicado canciones. Llegó un punto, tratándose de una ecografía, que me pareció ver unas manos y unos pies en la pantalla. «¿ Y si estoy embarazado?», le pregunté al doctor.

Laringitis

Martes, 25 de septiembre de 2007

He visto mis cuerdas vocales en el monitor de televisión de mi médico y aquello parecía una boca de metro a las nueve de la mañana. Están irritadas, no «cierran» bien y el aire sale por donde le da la gana.

Total: que así no se puede trabajar en lo mío. Descanso forzoso. A esto se le llama empezar con mal pie la temporada, pero son cosas que pasan y que luego se olvidan. El equipo está como los músicos cuando suspenden por lluvia. Hay ganas y energía, pero no se puede hacer el programa. Les recomiendo que atiendan a sus familias, tradicionalmente desasistidas a causa de nuestros horarios nocturnos. Y que llamen antes de llegar, no vaya a ser que…
Laringitis
Estoy escuchando música. Ahora mismo suenan Bebo Valdés (gigantesco y entrañable)y Javier Colina (contrabajista) en directo desde el Village Vanguard de Nueva York. Otro regalo impagable del sello Calle 54 que mima Fernando Trueba. Este piano que avanza con ritmo caribeño, le planta cara al otoño que está llegando a pasos agigantados.

Me proponen un artículo sobre las mujeres, desde la óptica de los hombres. Un clásico. O sea que estoy de baja pero trabajo igual. Un amigo al que quiero mucho me manda este Sms: «Gritoooooooooo por tí». Pues muchas gracias. Id gritando que ahora vengo.