Esto de la vida es que pasa volando. Bueno, intentaré no ponerme dramático pero cumplir cuarenta años, jode. Lo mires por dónde lo mires. Y ya está. «Estás muy bien», «No se notan», «Los cuarenta de ahora no son como los de antes». No sé cómo eran los cuarenta de antes porque si lo supiera tendría ochenta y no sé que es peor. Por suerte, gozo de los mejores amigos y amigas del mundo que me han regalado un futbolín, caricaturas, álbumes de cromos, poemas, relojes y, sobretodo, su presencia y su amor constante. Uno, con tantas emociones es que no sabe por donde empezar. Duermo poco, río bastante y cómo lo justo. Ahora, sólo queda dejar de fumar. Lo de aprender inglés lo doy por perdido.
P.D.: qué pesados los periodistas con lo del análisis del programa. ¡¡¡Que marcaje!!! Los periodistas me parecen (no todos) reiterativos, morbosos y lo que es peor, mal informados. Yo cambiaría el famoso adagio. «Lo mejor es que no hablen. Ni bien ni mal». «Escogiste un mal oficio» me comentó un amigo. Y tiene razón.
P.D.: Gracias Pepe Colubi. Tú sí que sabes.