Tal como está la cosa, la mejor inversión es la risa. Puede que la economía se desmorone (gracias señores bancos y cajas), pero el humor cotiza, nos cura, nos relaja, nos desconecta de una realidad a veces repetitiva y sombría. Así que no puedo hacer otra cosa que alegrarme por los seiscientos programas, media vida, de realquilados en las madrugadas. Rodeados de politonos y vídeos eróticos pero libres. Libres para hacer y deshacer cada noche, nuestro mundo. ¡Y encima nos pagan! Gracias a los fieles seguidores y al equipazo que saca el barco a navegar cuatro veces por semana.
Como celebración, he pensado en compartir con vosotros, los últimos comentarios que me han hecho por la calle. A ver si me acuerdo.
- «¡Ese Sardá bueno!»(Joven emocionado, señalándome)
- «Oye, ese que dice ser tú sobrino… ¿es verdad?»
«Hombre, por supuesto» - «Pareces mejor persona que en la tele»(Un Kiosquero)
- «Gracias por tu trabajo»(Un camarero, en Madrid)
- «Antes me caías mal, sin motivo. Ahora no me pierdo el programa»(Un mail)
- «Cómo te sientes tu que eres catalán, después de escribir el libro «¿Cómo ser español?»»
«Perdona, pero yo no he escrito ese libro?»(Una periodista. Sí,sí. Una periodista de un medio importante) - «Tu no eres vicepresidente de laSexta, ¿no?»(Un ciudadano, con cierto desdén)