Madrid. Alguien aprovecha un contenedor colocado para unas obras y abandona allí su colección de películas en VHS. «Conan», «Los siete magníficos», reportajes de naturaleza… Los viejos formatos siempre mueren. Al revés que los rockeros. Hay algo triste en el hecho de tirar lo que te entretuvo. No queremos que la memoria ocupe mucho espacio. Lo vivido nos sobra. El DVD, dicen, también está condenado. Al final todo estará colgado en «la nube» y viajaremos sin equipaje. Quizás no esté mal del todo.
«Fotodiario» en El Periódico