Una persona decide pegar en el cristal trasero de su coche, un par de sentencias, de aforismos, como si necesitara difundir ese mensaje. Para esta persona, no era suficiente haber descubierto las frases, sino que quería que todo el mundo las conociera.
Si las analizas solo un poco, te das cuenta que son las frases seleccionadas por alguien cabreado con el sistema (la justicia y la política). Es como si estuviera avisando de algo, una amenaza velada, un reflejo del malestar general. Esto es márqueting unipersonal (y en movimiento). Lo demás son tonterías.