Siempre he creído que el éxito no cambia a las personas. Sólo potencia su personalidad. En el caso de Amaral, el éxito es esfuerzo y agradecimiento. Al público, al destino, al trabajo diario de tantos años que los ha colocado exactamente donde deben estar: en lo más alto. Los encontré como siempre. Con su toque de timidez y de proximidad. Saboreando todo lo bueno que les pasa y sin quejarse.
En estos tiempos de crisis y zozobra, el que se queje por trabajar no tiene perdón. Fue un placer verles tocar en directo con un arreglo especial para el programa. La voz de Eva me sigue cautivando y se lo dije. Tomé esta foto en los ensayos. Buen trabajo, chicos.
Amaral y el éxito
Jueves, 18 de septiembre de 2008