Soy feliz en el teatro. Esas cosas se notan. Soy feliz cuando se apagan las luces de la normalidad y se encienden las del escenario. Como esta luz roja que pintó el ambiente durante los ensayos de «Espain» un espectáculo con La Shica. Rojo pasión, rojo energía, rojo vida. Durante una hora y media el mundo entra en un paréntesis de música y palabras. Todo es posible. Luego salimos a la calle y todo parece imposible. ¿Cómo no voy a amar el teatro?
«Fotodiario» en El Periódico