Jorge Drexler es el más listo y el más bueno de la clase. Detrás de su apariencia inocente, hay un genio en plena ebullición que no está dispuesto a que lo engulla la rutina o el éxito. No para de trabajar y es un pionero mezclando sonidos con su guitarra y sus canciones prácticamente perfectas. Lo pensé cuando vino el otro día y me presentó a sus compañeros de fatigas actuales que graban y reproducen sonidos después de haber sido «robados» por la calle. Timbres, campanas, coches…»Uno de ellos es Martín de la Patagonia». «¿Y viene cada día desde allí a trabajar?». Esbozó una sonrisa, con su traje y corbata negros y la camisa blanca. Me recordó a Jhonny Cash en su película autobiográfica.
Drexler va a seguir dando mucho que hablar. Parece que la crisis de la música no va con él. Normal. La gente con talento, esquiva los vaivenes de la industria. Les sobran recursos para seguir siendo ellos mismos o mejores.
El cantautor y sus computadoras
Martes, 29 de abril de 2008