Siempre he alucinado con aquellos que exhiben su afición futbolera desde el balcón de casa. Así, sin más. Cuelgan una bandera. No se sabe si es por orgullo, por terapia o qué. Lo que parece claro es que esta temporada va a poner a prueba nuestras emociones hasta el último minuto.
Emoción hasta el final
Jueves, 6 de mayo de 2010