El duro trabajo de los modelos publicitarios para bancos. Ellos y ellas le ponen toda la ilusión pero luego viene la gente e «interviene» las fotos. Normalmente las empeora.
Pero los modelos siguen con su sonrisa anunciando productos que nadie se cree para bancos en los que nadie confía. Muy duro todo.
Un sufrido empleo
Perder la cabeza de tanto pensar
Parece un hombre sin cabeza, pero es un hombre que piensa. O quizás ha dejado de hacerlo después de darle tantas vueltas a las cosas, a las mismas cosas de siempre, de las que un 90% escapan a nuestro control.
Los bancos han dejado de ser esos sitios donde nos daban duros a cuatro pesetas y creíamos financiar nuestra felicidad. Ahora son sitios vacíos donde sentar nuestro silencio y pensar nuestro próximo paso. Decía Emili Teixidor que la felicidad reside, también, en ignorar todo lo que no nos gusta y nos perjudica. Quizás si lo aplicáramos más, nos sentaríamos menos en los bancos.
«Fotodiario» en El Periódico
Los bancos
Puede que no haya un trabajo más ingrato, actualmente, que el de banquero. Los banqueros no gustan ni a los propios banqueros. Tampoco es que ellos hayan puesto mucho de su parte. El “crash” financiero mundial y todas sus interminables consecuencias empezaron por la ambición desmedida de los que guardan el dinero e intentan a toda costa que se reproduzca. Ahora la tortilla ha dado la vuelta y la rabia de la gente sale por todas partes. En esta pared, una antigua prohibición se convirtió en denuncia, fruto de esa rabia.
«Fotodiario» en El Periódico