Siento una profunda fascinación por los mosaicos de la época romana. Son artesanía, delicadeza, milagros hechos a mano que han llegado hasta nuestros días casi intactos. Lo que sucede es que encontré una excepción en Londres. Parece un mosaico hecho con prisa o sin mucha precisión. No era fácil conseguir la forma ovoide. Y, claro, no lo consiguió.
Romanos con prisas
Jueves, 19 de abril de 2012