«Perseverancia» suena como a palabra antigua, con un cierto tono rancio. Pero si le quitamos las resonancias de manual de conducta y la ponemos a todo color, bien podría definir esta fotografía. La caña se abre paso otra vez, sin ninguna ayuda y con todas las condiciones aparentemente en contra. El terreno es arenoso, pobre, salpicado de hojarasca y algunos brotes más secos que verdes. Pero nada de todo eso ha mermado su moral.
Pensó: «Mejor, más sitio para mí sola. Voy a ser la reina del lugar». Perseveró y ahí está, desafiándolo todo, resquebrajando la tierra como una planta impetuosa de cuento infantil que quisiera llegar hasta el cielo. La vida siempre se abre camino.
«Fotodiario» en El Periódico