Algunas fotos tomadas por un servidor durante la gala de los Premis Gaudí. Luego las colgué en Twitter. Todo un «atraco» que los afectados soportaron con buen humor. Gracias.
Algunas fotos tomadas por un servidor durante la gala de los Premis Gaudí. Luego las colgué en Twitter. Todo un «atraco» que los afectados soportaron con buen humor. Gracias.
Nuestra «niña bonita», Captura ya tiene diez años. Todavía recuerdo como nació. Los de El Terrat estábamos en la Estación de Francia, realquilados, y yo le propuse a Santi Millán que me acompañara en este viaje. Enviaríamos cámaras de fotos digitales (el fenómeno empezaba a despegar) a personajes conocidos y solo les pediríamos algunas instantáneas de su vida, una muestra de sus «miradas». Algo así como un club. Algunos nos dijeron que sí y conseguimos contagiarles esta pasión por las fotos y una suerte de «documentación cotidiana» que se actualizaba constantemente. El resto fue… perseverancia.
Diez años no se improvisan y piden mucho, mucho cariño para el proyecto. Ahí está Mia Font, «el jardinero digital» que ha regado cada día el huerto y solo así han brotado más de veinte mil imágenes. Manteniendo la llama encendida en estos tiempos resultadistas, donde si algo no da mucho dinero parece que no interesa. Pues, no. Captura no nos otorga ningún beneficio, ni lo pretende. Quizás ahí está la gracia o el motivo de su longevidad. Tenemos un verdadero archivo monumental que , desde hace mucho tiempo, abrimos también a todo el mundo. Les denominamos «invitados» y nos consta que es un pequeño acontecimiento que celebran y valoran. «¡Me han publicado en Captura!». Esa satisfacción es nuestro mejor premio.
Los personajes famosos impulsaron el lanzamiento, pero el cohete sigue en el espacio por la aportación de la gente en general. Bueno, Urmeneta, Font, Reta, Quevedo, Sistiaga, Poblet, un servidor… publicamos desde el primer día. Déjenme que saque un poco de pecho por los veteranos aunque el agradecimiento es para todos.
Durante todos estos años, la fotografía digital ha evolucionado mucho, lo último fueron los teléfonos con cámaras y las redes donde se publican y comentan miles, millones de imágenes. Bienvenidas sean. No hacen otra cosa que confirmar lo que tímidamente vimos hace diez años: como la red podía multiplicar la pasión por la fotografía sin tener que ser un profesional. Creo, sinceramente, que nosotros vamos por otra carretera. Ni mejor ni peor. Somos una pequeña sala de exposiciones en el ciberespacio. Nada más y nada menos.
Captura sigue viva. ¿Saben por qué? Porque Mia me dijo hace poco: «llegamos a los diez años». Ahí sigue. Horas antes, le había sugerido que «ficháramos» a un nuevo «capturador» que debutará en breve. La idea sigue con sus constantes vitales intactas. ¿Una foto del momento?
P.D.: Gracias a todos los amigos que han soportado estoicamente que les retratara una y otra vez. Entre ellos, mi perro Mel.