Esperar también forma parte del mundo del espectáculo. Esperar en sitios infames que el dueño del teatro (donde se hace el espectáculo) no ha visitado en su vida y que dan una idea de lo que les importamos. Luego sales al escenario y te olvidas. O no.
El mundo del espectáculo
Sitios inhóspitos
Lo reconozco: me gusta hacerme fotos en sitios inhóspitos. Mira, soy así. Me gusta la palabra «inhóspitos». Son lugares que el olvido, el azar y el paso del tiempo han ido moldeando hasta convertirlos en verdaderas escenografías. Son ambientaciones perfectas. Solo falta el guión, los actores, un equipo y… ¡a rodar! Cada vez que encuentro uno, tengo que inmortalizarlo (si es que puede inmortalizarse algo que ya está muerto).
«Fotodiario» en El Periódico
Sitios feos
Hay sitios muy feos, lugares en los que la belleza pasó de largo y la basura se quedó. Costuras del mundo, rincones sin limpiar, acumuladores de porquería. Muy feos, vamos.
Estábamos de viaje y paramos en una área de autopista. Está demostrado que ahí es donde se concentran la mayoría de sitios feos, desagradables que no sirven ni para esconderte. Le pedí a Mia que me hiciera una foto en ese fallo del sistema. «¿Para qué?» preguntó con buen criterio. «Cosas mías. Ahora colecciono fotos de sitios feos». Mia sonrío que es una manera de decir «este tío es gilipollas». Conozco esa sonrisa porque me conozco a mi.