Ya me habían avisado: «cuando vayas de gira con el teatro, verás cosas que ni te imaginas». Pues sí, efectivamente. Estuvimos en Madrid, en el teatro Capitol de la Gran Vía. Bonito por fuera, inacabado por dentro. Nos dijeron que todo estaría a punto y no fue verdad. Estaba en obras. Ya pueden imaginar la incomodidad que suponía para todo el equipo. Y el peligro. ¡Si lo sé me llevo el casco! Aquí ven el esforzado compañero de sonido. Así es como pasó toda una semana. Y el público, con el abrigo puesto porque hacía un frío de mil demonios. Si yo fuera el propietario de este teatro me hubiese disculpado. Él no. Él hizo todo lo contrario.
«Fotodiario» en El Periódico