Juan Perro (Santiago Auserón) es uno de mis favoritos. El jefe que no quiere serlo. El tío con más personalidad de la música. Hace lo que quiere, como quiere, cuando quiere… Su nuevo disco es una demostración de todo eso. Inclasificable. Moderno, pero antiguo. Sin edad. Con unas letras que nadie más puede escribir, con una voz que nadie más puede tener. Un regalo de actuación.

Una pieza preciosa, dirigida por Brian Thomson.

Me gustan estos proyectos locos y personales. Un hombre con barba (me recuerda a Urmeneta), lleva grabándose los últimos 35 años. ¿Por qué? No lo sé. El caso es que puede rejuvenecer cada vez que quiere. Solo tiene que darle al play.

Yo no se que tiene esta canción que me tiene atrapado y resuena en mi cabeza como un eco desde la noche de los tiempos. Solo me faltaba descubrir una actuación en directo. ¡Caramelos, caramelooooossssss!