La marca Mango se ha enrrollado y ha abierto sus puertas a la Fundación Artículo 1, para acercar y divulgar su trabajo a través de camisetas diseñadas por diversa gente. Ahí es donde me entra el orgullo de haber participado con la de «Uno es lo primero».
Entré en una de las tiendas, y ahí estaba a tan solo tres camisetas de distancia de mi idolatrado Miquel Barceló. Para un dibujante aficionado como yo, imaginaros el subidón. Pero lo más importante es la labor de divulgación del primer artículo de los derechos humanos. En estos días de consumismo compulsivo, bueno será que perdamos cinco minutos para apoyar a los que más lo necesitan. Y encima son baratas.