Histórico

Jueves, 4 de diciembre de 2008

La televisión ha cambiado. Para bien y para mal. Lo malo ya lo conocemos. No hace falta dar nombres. Más que «malo» es que no me interesa. Incluso respeto a los que les gusta. Cada uno hace con su tiempo y sus neuronas, lo que quiere.

En la parte buena de la tele, según mi opinión, vive y crece El Follonero. Es un crack. Sólo un grande puede agarrar a Ansón por el pelo para comprobar si lleva peluquín. Y encima hacerlo con la complicidad del propio agarrado.

Pero es que, además, significa un montón de cosas. Significa que le hemos perdido el respeto a ese tipo de gente que durante muchos años han hecho que este país fuera un poco menos habitable. Ansón con sus estrategias reconocidas anti-Felipe González, cayó el domingo en las garras humorísticas de un reportero joven, de nueva generación que desdramatizó y relativizó su papel en el presente y el futuro del periodismo. Todo con un estirón de pelo amable y cachondo.

Me acuerdo ahora de una frase de Pepe Rubianes: «nene, no te fíes nunca de la gente que lleva peluquín». Bravo Follo.

Histórico