Vuelvo a visitar los trabajos de Javier Jaén y compruebo que sigue en forma. Que se ha inventado una manera de decir cosas con poesía, contundencia, ocurrencia, opinión y mucha genialidad. Ahora anda por New York (¿quién no?) y le deseo lo mejor.
Impresionante ilustración del presidente iraní que sigue siendo el freno de la modernidad de su país y sus gentes.