Fue la reina del evento. En aquel día frío y lluvioso, todos nos arremolinamos en un bar por una buena causa. Había mucha gente, muchas caras que se confundían y se mezclaban. Ruido, risa, abrazos… Pero si mirabas hacia abajo, descubrirías a la chica más especial de todas. Sus botas de agua fucsia eran un foco de atención hipnótico. Llenó el lugar de color con sus pasos y luego se fue. No recuerdo la cara que tenía.
«Fotodiario» en El Periódico