Ha sido llegar y besar el santo Wyoming. Llevaba todo el día ensayando y los amigos de «El intermedio» me invitaron otra vez. Se trataba de sorprender al jefe y besarle. ¡Cómo me iba a negar! Wyoming besa con fuerza. Rudo y masculino. Yo no sentí nada.
Por lo demás, ahí andamos con la gala de los Goya. Todo el mundo me pregunta si estoy nervioso. Hombre, pues claro. Empieza la cuenta atrás.