Nunca creí que algo que suena negativo, podría ser positivo. Me he pasado el verano escuchando: «Vuelve rápido que tú sobrino Berto te va a quitar el sitio».
Esto significa que todo va bien. Mejor de lo previsto. Berto (y todo el equipo que se ha quedado en verano en Buenafuente), han dado una lección de curro, de mantener el nivel y de profesionalidad). Ya sabía que iba a ser así, pero confirmarlo ha sido emocionante y gratificante. Sólo hay que pasarse por el plató o poner la tele para comprobarlo. Tengo la impresión que Berto es lo único decente que se ha visto en la tele este verano, aparte de las Olimpiadas que ya «vienen hechas de China».
La maquinaria de la quinta temporada, ya está en marcha. Ya estamos trabajando y disfrutando. Tengo muchas ganas de volver para seguir recogiendo los frutos de tantas noches. ¡Algo hemos aprendido! Prometo que seguirá lo mejor y continuaremos arriesgando y probando. Creciendo, en definitiva. Todo lo que nos guste, servirá para seguir navegando por las madrugadas.
Algunos datos: en septiembre cumpliremos el programa quinientos, en noviembre el monólogo mil de mi carrera televisiva y en enero los cinco años. Sólo son cifras, vale, pero hablan de perseverancia, de mucho esfuerzo y muchas risas. Y lo mejor es que no nos hemos cansado. Queda mucha noche por delante.
Berto: prepárate que voy. Y no hará falta que me traigas cafés. He visto un tipo nuevo en la redacción que estará encantado. ¿Quieres que le pida dos? ¿Uno para ti y otro para mí?