Otro parecido irrazonable. Si José María Iñigo se adelgazara 72 kilos, aprendiera a cantar en inglés y a componer himnos generacionales de los años 90, sería clavado al mítico Michael Stipe de REM. El norteamericano de mirada lánguida, desde que perdió su pelo, va probando diversos aspectos. Un día se dejó crecer el bigote.
Losing my pelo
Miércoles, 9 de septiembre de 2009