A veces no entiendo nada. Muchas veces. Hago como que sí, doy razón, parece que escuche, pero no. No entiendo nada. Puede que lo entienda y que no me guste lo que me están diciendo, que para el caso es lo mismo. Yo creo que se me nota en la cara, pero no estoy seguro porque no me la veo. Tendría que ir siempre con un espejo, y eso sí que no. No sé si entienden lo que les estoy contando. No me hagan caso. Ahora mismo son las tres de la mañana.
«Fotodiario» en El Periódico