La música se busca la vida, en estos tiempos de derrumbe de la industria audiovisual.
Me quito el sombrero con los Stormy Mondays que, a base de perseverancia y buen hacer, consiguieron ganar un concurso convocado por la NASA (sí, sí, la NASA), para sonar en el espacio. Y lo hicieron en el último viaje del transbordador. Ni el espacio se salva de la casa.
Les invité al programa y ellos me regalaron una foto retocada y firmada. Enhorabuena chicos.