Pues ahí sigo con la frase que se convirtió en una sección, la sección que se convirtió en un programa de radio (otra vez en antena, todos los domingos de verano, en la Ser), el programa que dio paso a una función de teatro. Una cosa lleva a la otra. Me encanta también este concepto. En realidad, podría definir la vida misma. La vida: otro alarde de improvisación, aunque luego preguntas y nadie sabe nada.
«Fotodiario» en El Periódico