Estoy convencido de que la cabeza de Manolo García no para ni un momento. Es demasiado listo, pasional, artista. Compone, dibuja, pinta y mira la vida con ojos de veterano y sarcástico humanista. Por eso tiene mérito que haya colocado compuertas a su creatividad para abrirlas ahora, dos años después de su último disco.
O sea que lo que viene tiene que ser nuevo, bien pensado, disfrutado… Viene nuevo disco «más roquero» según avanza él mismo. Y viene una expo en Círculo de Lectores de su inmensa obra pictórica «que no vendo».
Un crack. Ya lo sabíamos y lo viene confirmando paso a paso. Como cuando superó el difícil reto de seguir en lo más alto, tras los legendarios Último de la Fila. Bienvenido sea (siempre) Manolo.