Lo reconozco: me gusta hacerme fotos en sitios inhóspitos. Mira, soy así. Me gusta la palabra «inhóspitos». Son lugares que el olvido, el azar y el paso del tiempo han ido moldeando hasta convertirlos en verdaderas escenografías. Son ambientaciones perfectas. Solo falta el guión, los actores, un equipo y… ¡a rodar! Cada vez que encuentro uno, tengo que inmortalizarlo (si es que puede inmortalizarse algo que ya está muerto).
«Fotodiario» en El Periódico