Ha sido cumplir años y ponerme enfermo. ¿Casualidad? ¿Azar? ¿Una señal? No sé. Menos mal que tengo un equipazo que sale al aire como si nada. Gracias.
Pero mi agradecimiento de hoy es todavía más profundo. Con motivo del aniversario he vuelto a comprobar el cariño de la gente. Hablo de la gente de verdad, la que nos sigue a pesar de los horarios. Porque hay algo especial que nos une: muchos años, muchas risas, más de veinte años juntos, que se dice pronto. Ese cariño está siempre en el aire, nos empuja y nos protege, pero a veces notas un poco más el suave pellizco de la complicidad. Si hay otro Buenafuente por ahí, en el espacio, le deseo todo lo que me sucede a mi en este planeta.
El dibujo es de nuestro último descubrimiento: Herikberto.