El gran presentador argentino Jorge Guinzburg, ha fallecido en las últimas horas en la Argentina. El país está consternado. Ha perdido una de las mentes más lúcidas, rápidas y divertidas. Puedo dar fe de ello. Tuve el privilegio de asistir como invitado en uno de sus programas las pasadas navidades y constaté su genialidad en vivo. Todo talento.
Luego me invitó a cenar y yo le escuché. Porque cuando habla un cómico de cincuenta y nueve años que las ha visto de todos los colores en un país de vaivenes, tienes que callar y escuchar. Siento mucho su pérdida. Quería invitarle las próximas navidades y devolverle las atenciones pero no podrá ser. Queda una obra inmensa, una sonrisa y un cachondeo que empezaba por él mismo.
Era uno de los tipos más bajitos que he conocido y más grande al mismo tiempo. Hasta siempre maestro.
Adjunto una entrevista telefónica de su amigo Serrat, para la televisión argentina.