Mariano Rajoy puede convertir a todo el mundo en independentista

Viernes, 21 de noviembre de 2014

Es un habilidad que tiene el presidente español y, ¡ojo!, más allá de la broma podría ser aprovechada para solucionar el conflicto. Me voy a explicar. El pasado 9 de noviembre más de dos millones de catalanes participaron en la consulta sobre el derecho a decidir. Una verdadera demostración de fuerza de la sociedad catalana. Todo transcurrió sin incidentes. Bien. Tres días después, Mariano compareció ante los medios y calificó de «fracaso» todo lo sucedido. Si se convocara otra consulta ahora mismo, yo creo que acudirían cerca de cuatro millones. Si Mariano hablara a continuación, es casi seguro que la cifra volvería a subir. Queda demostrado a todas luces, pues, que Rajoy es una «máquina de fabricar independentistas» de proporciones colosales, y eso queda demostrado cada vez que abre la boca. El plan sería que el presidente se instalara en Cataluña unas dos semanas y que, acompañado de su equipo de brillantes asesores estrategas, fuera valorando cada día la progresión soberanista entre la ciudadanía. En esas dos semanas, hasta los menos convencidos o contrarios de la independencia acabarían por claudicar, consiguiendo que TODA la población catalana estuviera por coger el portante y largarse. No haría falta ni un referéndum, ni una reforma de la Constitución, ni un pacto fiscal, ni nada de todo eso que, según parece, es más difícil que poner un hombre en la Luna. Rajoy, él solito, lo conseguiría. Artur Mas podría irse esas dos semanas de vacaciones, cosa que a buen seguro agradecería ese hombre que lleva el peso de la gravedad de la historia sobre sus espaldas. Fin del problema, fin de la cita.

Podría retirarme. Ya he cantado con Serrat
No lo voy a hacer porque los bancos no me dejarían, pero podría retirarme después de haber cantado con Joan Manuel Serrat una canción para su nuevo trabajo, Antología desordenada. Todavía recuerdo el día en el que me llamó. Me lo dijo como si tal cosa y le pregunté si se acordaba de que yo era un cómico o lo intentaba. «Claro, hombre, claro». Lo siguiente fue decírselo a todo el mundo y, después, quedar con un amigo músico para ensayar el tema Per qué la gent s'avorreix tant? (¿Por qué la gente se aburre tanto?). No estudiaba tanto desde que iba al colegio. En realidad estudié más que cuando iba al colegio, a la vista está mi informe académico. (No lo revisen, por favor). Luego quedamos para grabar el tema y la verdad es que lo gocé, lo disfruté e hice todo lo que pude para que la canción no quedara marcada para siempre. «Se trata -le dije- de que puedas cantarla en el futuro, Joan. Que no matemos la canción». Risas, asesoramiento tranquilo ante el micrófono y una buena comida posterior. Puedo decir que a mí ya me ha tocado la lotería. Como a todos los amigos que participan en el disco, como a todos los millones de seguidores del artista-referente que a estas alturas del partido sigue de titular, en forma, más inquieto que nunca, más currante que nunca. «Yo nunca hago vacaciones, nen», me aclaró una vez. No puede, no quiere. Le gusta demasiado lo que hace. Necesita cantar, viajar, hablar, cenar, quedar con sus amigos, andar la vida de arriba abajo, esquivando al símbolo que es su sombra, sintiendo el ciudadano Serrat que siempre ha sido. Hablamos del momento catalán. Pide altura política (como todos) para desempatar, pero lo dice desde una tranquilidad que evita el conflicto, que elude la bilis. Ahí le sale el sabio que lleva dentro, el hombre que no olvida lo malo pero que valora y subraya lo bueno. El Joan que siempre te pregunta por tus hijos, el Serrat normal y sin épica.

«Memorias en diferido» en Interviú

Cantar con Serrat

Martes, 11 de noviembre de 2014

Esta es una de las mejores cosas que me han pasado últimamente. Serrat me invitó a cantar con él, en su nuevo disco «Antología desordenada» y no me lo podía creer. Lo he hecho lo mejor que he sabido y me hacía mucha ilusión poder interpretarla en mi programa. El sueño se ha completado. Fue una noche emocionante y bonita. De esas que te explican porque te dedicas a la televisión. Gràcies Joan!

Con Serrat

Una buena tarde

Lunes, 13 de febrero de 2012

Una buena tarde

¡Pues que buena tarde echamos en Radio Barcelona con Serrat y Sabina! Rosa Badia que dirige y presenta «Tot és comèdia», me invitó a participar, a dar una sorpresa a los dos pájaros que han vuelto a juntarse.

Protagonizaron un programa especial que se emitió el sábado. ¿Qué iba a decir? Pues dije que «por supuesto» y allí que me planté para escuchar a los veteranos más gamberros y queridos del panorama musical.

Siempre he pensado que su amistad y complicidad es un regalo para todos. Es una suerte que los dos tíos más queridos de la canción se caigan bien, se piquen, se quieran y salgan de gira con disco nuevo.

Pueden (y van) por separado arrasando, pero ahora han descubierto que sumando se lo pasan cojonudamente. Son de esas conjunciones que valoraremos dentro de muchos años.

Me limité a decir dos tonterías y luego me quedé para aprender de su sabiduría y de su sorna.

Cuando hablan los buenos, lo que tienes que hacer es callar, relajarte y escuchar.

Adiós a un cómico

Jueves, 13 de marzo de 2008

El gran presentador argentino Jorge Guinzburg, ha fallecido en las últimas horas en la Argentina. El país está consternado. Ha perdido una de las mentes más lúcidas, rápidas y divertidas. Puedo dar fe de ello. Tuve el privilegio de asistir como invitado en uno de sus programas las pasadas navidades y constaté su genialidad en vivo. Todo talento.

Luego me invitó a cenar y yo le escuché. Porque cuando habla un cómico de cincuenta y nueve años que las ha visto de todos los colores en un país de vaivenes, tienes que callar y escuchar. Siento mucho su pérdida. Quería invitarle las próximas navidades y devolverle las atenciones pero no podrá ser. Queda una obra inmensa, una sonrisa y un cachondeo que empezaba por él mismo.
Era uno de los tipos más bajitos que he conocido y más grande al mismo tiempo. Hasta siempre maestro.

Con Maradona

Adjunto una entrevista telefónica de su amigo Serrat, para la televisión argentina.

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