Hablaba hace poco con un buen amigo sobre tomar riesgos en tu propia profesión. De no conformarte nunca y explorar nuevos caminos. Él es un gran defensor de eso y yo -le dije- un fanático. No entiendo este oficio sin riesgo, sin aventuras (no todas salen bien), ni retos.
Porque por debajo del río, que sería el fluir constante del programa durante cinco años, circulan numerosas «corrientes» de agua. Un signo de vitalidad y de riqueza. Y, sobretodo, de diversión para los que cada tarde levantamos el vuelo de BFN.
Me acordé de todo eso, cuando asistí al nacimiento de «Doblao flamenco», la nueva sección que empezó el pasado jueves. ¿La vieron? ¿No? Aquí la dejo. Este es el testimonio de un riesgo. Con dos pedazo de actores, dos músicos y toda la comedia que fuimos de concentrar un unos minutos (musicales). Y así seguiremos. ¡Oooole!