Basuras y ventiladores

Sábado, 26 de enero de 2013

España huele a basura sin recoger. Literalmente en algunos casos (las huelgas de los servicios de recogida) y metafóricamente en otros. En el primer ámbito, paciencia y narices cerradas. ¡Qué pestazo! En el segundo, impaciencia. Impaciencia y urgencia por que salga toda la porquería de una vez y nos hagamos una idea del iceberg de corrupción que ha hundido el barco llamado España. Vaya imagen internacional estamos dando. A este paso no nos van a comprar ni un coche usado. Los Bárcenas, Ignacio González, Duran i Lleida y compañía (como últimos fichajes de una lista vergonzosa que se renueva cada día) están viendo como los ventiladores esparcen sus sospechosos currículos y los de sus partidos. Claro que todo el mundo dice que no ha hecho nada. Como los niños. «¿Qué has hecho, Manolito?». «¿Yo? Nada». Y el gato saludando desde el interior del microondas.

Decía Esperanza Aguirre (la mujer que se va pero no se va) que ella no es «nadie para opinar sobre los casos de corrupción». Ah, ¿no? Pues nosotros sí. Los que pagamos nuestros impuestos tenemos todo el derecho del mundo. Somos espectadores. Ahora veremos si el sector de nuestros representantes sabe tomar nota y crear vertederos para tanta basura, lejos de las sedes de sus partidos.

P.D.: ¿Qué creo yo? Pues que no lo harán. Lo dijo Einstein: la estupidez humana es infinita.

«El Berenjenal» en Interviú.