La comedia siempre llega antes al lugar de los hechos. Luego habrá que valorar si se aplica. Si hay drama, debe esperarse un poco. Si no es así, la risa actuará como un primer auxilio ante cualquier acontecimiento.

La comedia siempre llega antes al lugar de los hechos. Luego habrá que valorar si se aplica. Si hay drama, debe esperarse un poco. Si no es así, la risa actuará como un primer auxilio ante cualquier acontecimiento.


Interior baño. Restaurante de menú en Barcelona. Un restaurante digno pero modesto. Si haces el ejercicio de sentarte en la taza del wáter y mirar al frente (algo habitual), descubrirás un póster con una fotografía de Marilyn Monroe obra de Milton H. Green.
La pieza ha aguantado el paso del tiempo como ha podido. Ya no tiene cristal, el marco está desencajado pero la imagen sigue ahí, imperturbable, ajena a su indecorosa ubicación, con una Marilyn desafiando el paso del tiempo, pura sensualidad íntima e intransferible.
Pensé que eso debe ser la posteridad: seguir vigente como si tal cosa, pese a todo y pese a todos. También pensé que quizás la palabra “póster” venga de ahí, de posteridad.



Barcelona, una noche de finales de Mayo. La luna y “algo más”. Me digo: voy a usar la aplicación para saber de qué estamos hablando. Y así fue: la Luna y Venus presidiendo el cielo de mi ciudad.


Tu dirás lo que quieras pero hay cosas que te hacen pensar. Encontré una nariz de payaso por la calle, al lado de un árbol, en Barcelona. Suelo llevar siempre una encima. Me he inventado que me ayuda, me trae suerte. En realidad, me recuerda lo que soy, lo que siempre debería ser en un escenario o en un plató o donde sea. Que la casualidad volviera a ponerla en mi camino me hizo esbozar una sonrisa. Me agaché y la cogí. Estaba un poco mojada. Ya forma parte de mi colección.
