La mirada de psicópata del asesino noruego encierra todo el mal posible. Una tormenta de odio irracional que nos ha dejado helados. Dice que estamos en guerra y por eso tuvo que matar. La única que está en guerra es su cabeza, sus ideas xenófobas extremas, su sangre fría, su maldita posteridad. El infierno es algo agradable para él. Hay que pensar algo peor.
El demonio noruego
Miércoles, 27 de julio de 2011