Ojos

Viernes, 26 de diciembre de 2008

La globalización viene a ser que, por ejemplo, un amigo llamado Mikel Urmeneta, se pase una tarde del domingo en su apartamento de Nueva York, fotografiando caretos de revistas a los que coloca ojos de cristal. Es su manera de decir: «pienso en tí». Y yo se lo agradezco y hasta me hace ilusión. Un abrazoo navideño Mikel.
Mucho ojo

Mariscal amigo

Miércoles, 26 de noviembre de 2008

Otra alegría en Valencia. Javier Mariscal, cogió un tren en Barcelona y se plantó en su ciudad para grabar el programa paralelo de la gira. «No sé a qué venía. Sólo sabía que lo hacías tú». Eso es un amigo. Nos fuimos al taller (inmenso) donde construyen las fallas los de Na Jordana, unos clásicos que cumplen 125 años con lo de quemar obras de arte. Mariscal lo aceptó todo. Cogimos un trozo de pórex y le dimos al cuchillo y la sierra hasta que salió algo parecido a un tótem. Corbacho se apuntó y se encargó de los atributos.

¡Qué gustazo diseñar algo con Mariscal! Uno de los mejores del mundo. Con su mezcla de sabiduría, inteligencia infantil, experiencia y libertad creativa. Como todos los grandes, no se cree nada por supuesto. No conozco a nadie que se parezca, ni por asomo, a Javier Mariscal y me encanta ser su amigo.
Mariscal amigo #1
Mariscal amigo #2

Mi colega Rouzbeh

Lunes, 10 de noviembre de 2008

Madrid volvió a sorprenderme. Lo hace cada vez que voy. Destaco la calidez de todos los que me hablan del programa. Lo hacen con humor, con cariño, con declarada fidelidad. De alguna manera, eso me carga las pilas porque cuando les pones cara a los seguidores, la televisión se humaniza y cobra sentido. Entré en un bar a tomar un café. Era un bar en el que trabajaba Rouzbeh, un iraní de unos cuarenta años. Me lo presentó el dueño. Me dijo que era dibujante, que había hecho cosas en su país pero que en Madrid, había empezado en la escuela de animación. Algunos de sus dibujos colgaban en el bar y, de repente, me animó a escoger uno: «El que quieras. Te lo regalo». «Muchas gracias. Yo también dibujo, así que puedes tener por seguro que valoro mucho el detalle». Me quedé con éste que lo dice todo. Un hombre, con la casa a cuestas y caminando de noche por un desfiladero». Lo encuentro emocionante.
Mi colega Rouzbeh
Rouzbeh, me regaló un trozo de su vida. Me invitaron al café y a un dulce de miel frita. Pensé que así es como me gustaría que fuera este país. Donde los que vienen buscándose la vida, se integran, mejoran, encuentran más posibilidades y se relacionan con los que tuvimos la suerte de nacer aquí. Todo lo que no sea esto, es una acumulación de culturas, a menudo cerradas y temerosas, que no hacen otra cosa que ahondar en las diferencias, multiplicar los recelos. Eternos inmigrantes que nunca echan raíces definitivas. Me temo que las dos partes, receptores y recién llegados, tenemos mucho trabajo por delante. Quizás hablemos de varias generaciones.

Santander

Lunes, 6 de octubre de 2008

¡Qué gran idea empezar la gira de Terrat Pack en Santander! Los dos días, actuaciones incluidas, mejoraron todas nuestras expectativas. Había que ver el Palacio de Congresos con sus 1.700 personas. Lo dije en «La ventana» de Gemma Nierga, dónde siempre nos reciben como en casa: «necesitábamos esta gira, mucho más de lo que creíamos».

El presidente Revilla, ejerció de anfitrión insuperable. Se pasó todo el sábado con nosotros. Visitamos el parque natural de Cabárcenas. Una antigua mina de hierro al aire libre, reconvertida en residencia para los animales salvajes. Hasta me ofrecieron acariciar un pequeño león de cuatro meses, pero no lo vi muy claro. El felino de nuestro grupo es Jose Corbacho. Berto y Follonero son como Xavi y Iniesta en el Barça. Puro talento y tanto presente como futuro. El equipo de Terrat Pack parece una gira de los Rolling Stones ya que a parte de los compañeros del teatro, se ha sumado un equipo de televisión que nos sigue a todas partes. Estamos recogiéndolo todo, con la mirada puesta en unos programas especiales para laSexta. Vamos todo el día rodeados de cámaras y micrófonos así que hay que ir con cuidado. O no. Ya veréis lo que dan de sí dos días.

Llegué a pintar una bota en el Restaurante Riojano de Santander. Una antigua tradición del local, a la que tuve el honor de sumarme. Escogí el corazón que anda (algún día me lo voy a tatuar) y un lema en el que creo ciegamente: «Si ríes, vives más». Si la gira sigue así, viviremos eternamente. Próxima parada: Valencia.

Santander #1
Santander #2
Santander #3
Santander #4
Santander #5
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