Hay que ver las vueltas que da la vida. He vuelto a ver los primeros minutos del primer programa en Antena 3, 11 de enero de 2005. ¡Cuidado que no me gusta mucho verme! Primero porque me tengo muy visto, segundo porque siempre me veo los fallos y tercero… no me acuerdo.
El caso es que éste es especial. ¡El primero! El director aludido estaba entre bambalinas, la gente nos transmitía una energía imposible de describir y se respira ilusión, ganas y transgresión.
Es bueno repasar lo que has hecho (lo pasable) para recordar quien eres, de dónde vienes. Lo de adónde vas ya no lo sabe nadie.
Dicen que Vázquez Montalbán preguntado sobre el sentido de la vida respondió: «no se de dónde venimos ni adónde vamos. Lo que sí sé es que vamos tardísimo».
Ya tenemos un sofá para el nuevo programa, pero lo más seguro es que no lo lleguéis a ver. Lo compré hace tiempo, es de segunda mano y a nadie le gusta. A mi sí y bien que lo utilizamos el otro día cuando estuvimos en el plató.
Volvimos al «lugar del crimen». Todo el equipo. Allí estábamos con nuestras chaquetas de invierno puestas (¡que frío!) empezando a imaginar el decorado, los nuevos espacios, las proporciones, los detalles… Es lo que se llama calentar motores, ilusionarnos mutuamente y sacar las libretas para pensar locuras que luego (si son decentes) los espectadores verán desde sus casas.
Este va a ser el programa que más hemos preparado y pensado. No se si esto es bueno o es malo. Algo es algo.
Siempre hay dos caminos que tomar. O tres o cuatro. Hay tantos caminos como estados de ánimo. Después de darle algunas vueltas, ya se ha hecho público nuestro retorno a la televisión. Concretamente en Antena 3 y en un horario de máxima audiencia una vez la semana.
Nos sentimos unos afortunados. Con la que está cayendo, hemos podido negociar un contrato que nos da una buena oportunidad y trabajo para un buen grupo de locos y románticos. Sobretodo, un grupo de enamorados del espectáculo y de la comedia. Eso es lo que queremos hacer (tampoco sabemos hacer nada más) y por eso nos metemos otra vez en el camino. ¿Qué pasará? No lo sabe nadie.
De momento, lo que está pasando es que un montón de gente está contenta y nos lo dice. Amigos y seguidores. Hasta mi perro Mel tiene otra cara. Yo tengo otra cara. Los cómicos, cuando no actuamos, somos como gallinas sin cabeza. Andamos sin saber adónde vamos, dando vueltas, buscando el gallinero. Y nuestro gallinero se llama BFN, allí es donde somos felices.
Así que ya estamos reuniéndonos, como en esas películas antiguas de atracadores. Un especialista en explosivos, otro muy serio que toma nota… Va llegando gente, caras conocidas, otras no. Yo es que soy muy películero. Me gusta ver como se reagrupa la banda, unos se han adelgazado, otros no, este ha tenido un hijo, el otro es el padre del que ha tenido el hijo…
Ya salen las ganas, ya empezamos a pensar chorradas con Berto que codirigirá conmigo. ¿Quería caldo? A la que empiece a desaparecer el frío ya nos vais a tener dando la brasa, buscando la risa, la emoción, los momentos inolvidables. Y, ahora, a un horario decente.
Aviso: como alguien me diga lo de «me gustas pero no puedo verte que vas tarde», no sé como voy a reaccionar… Muchachos: ¡empieza el baile! On the road again.