He visto imitaciones en mi carrera. Muchas. Miles. Exactas, bizarras, desviadas, catastróficas, cariñosas, amargas, que mejoraban el original, que lo empeoraban. La otra noche, cuando Berto salió de maquillaje y dijo que era mi gemelo, me quedé sin palabras. ¿Qué habrías hecho tú en mi lugar?
Esto me supera
Arriesgarse en televisión
Hablaba hace poco con un buen amigo sobre tomar riesgos en tu propia profesión. De no conformarte nunca y explorar nuevos caminos. Él es un gran defensor de eso y yo -le dije- un fanático. No entiendo este oficio sin riesgo, sin aventuras (no todas salen bien), ni retos.
Porque por debajo del río, que sería el fluir constante del programa durante cinco años, circulan numerosas «corrientes» de agua. Un signo de vitalidad y de riqueza. Y, sobretodo, de diversión para los que cada tarde levantamos el vuelo de BFN.
Me acordé de todo eso, cuando asistí al nacimiento de «Doblao flamenco», la nueva sección que empezó el pasado jueves. ¿La vieron? ¿No? Aquí la dejo. Este es el testimonio de un riesgo. Con dos pedazo de actores, dos músicos y toda la comedia que fuimos de concentrar un unos minutos (musicales). Y así seguiremos. ¡Oooole!
He visto la luz
La luz del nuevo «Güebah». El definitivo. El semidiós del bizarrismo surrealista. Mi vida ha cambiado. ¿A peor?