¡Quién me iba a decir a mi, que una noche me sentaría a hablar con Abdul Jabbar! Pues sí, amigos. Ahí estaba la leyenda, el hombre que más puntos ha metido en la historia de la NBA, escuchando las bromitas de un servidor y poniendo buena cara que para eso es un profesional.
Tiene las manos más grandes de todos los tiempos, es educado, un poco distante (normal, no nos conocemos de nada) y aceptó lanzar el cuádruple como un espectador más. No encestó. Nadie es perfecto. Gracias Pau Costa por la foto.