El jueves emitimos el programa desde un avión, en el aire, en el cielo, a muchos metros del plató. El esfuerzo de producción, técnico y humano es impresionante. Las horas invertidas, las reuniones, las ganas, la complicidad los amigos, las ideas que hay en el proyecto son incalculables. Todo eso que luego no debe notarse para que parezca «fácil», pero que demuestra la capacidad de un equipo de televisión que, como digo siempre, es el mejor de España pero con diferencia. Y todo eso, después de ocho meses de temporada con programa diario a las espaldas. Vale la pena verlo. El jueves a las doce.

Ahí está Chiquito después de los dolores. El paso del pequeño saltamontes malagueño por el programa, no defraudó lo más mínimo. Al revés. Los comentarios fueron: «¡Está como siempre!» y hasta un eufórico «¡Fíchalo como a Revilla!». Eso es tener ángel y lo demás son tonterías.
Programa de humor nocturno más Chiquito de la Calzada. Nada podía salir mal.

Esto es lo que pasó: Berto Romero se estaba maquillando de Marilyn Monroe. El proceso es largo y seguramente infructuoso. Pero lo realmente misterioso, fue que a «medio camino» del proceso me dijo: «Ven Andreu, aquí hay una foto». Fui con mi cámara y saqué la foto. Una vez en casa, descubrí que era… Jaume Balagueró. El maestro del cine de terror patrio. Glups!!! Dejo las pruebas y que cada uno saque sus conclusiones. A mi, me da miedo.