Lo veo por todas partes, en el lugar más inesperado. Supongo que es algo obsesivo, una especie de fijación. Me gusta el arte casual, el accidental, el fortuito. Descubrí una tabla de planchar abandonada en un contenedor. Eso ya «era» una foto para Captura. Pero luego me acerqué a la propia tabla, enmarqué la lona quemada por el uso (y el abuso) y allí «había» otra pieza. Pareja de ases. Una buena tarde. Me fui y allí lo dejé todo. Ingnorando el incalculable valor de todo aquel arte. No crean que no lo pensé pero luego me imaginé llegando a casa con todo aquello e intentando dar explicaciones. Así que lo descarté y pensé que sería mejor que quedara entre ustedes que leen esto y un servidor. Sigo buscando.
A veces veo arte
10 años y una exposición
Estamos celebrando una década de Captura, el proyecto digital de fotografía de El Terrat. 10 años, ahí es nada. Más de 20.000 fotos editadas, procedentes de «capturadores» amigos (¡han pasado tantos!) y también de los denominados «invitados», los aficionados y consumidores habituales de la página. Ya podemos decir que Captura es un club, un pequeño y modesto reducto que solo nos da satisfacciones porque siempre lo hemos mimado.
Estamos muy orgullosos y creo que eso se notó el pasado sábado cuando nos juntamos algunos de nosotros en el certamen Sonimag de Barcelona. Charlamos de nuestras cosas a raíz de una bonita y cuidada exposición que estuvo abierta al público. Captura es un proyecto sin pretensión económica, sostenido por emoción, por complicidad, por amor a la fotografía y a la comunicación. Estos proyectos son los mejores. Son de verdad y eso se nota.
Durante estos diez años hemos visto de todo, especialmente la democratización de la fotografía a través de los teléfonos móviles y las redes sociales. Captura no quiere competir , así que sigue su camino. Cuidando una a una cada foto, muy artesanal. Unos minutos antes de la charla, el fotógrafo Ferrán Nadeu nos «inmortalizó» para El Periódico. Espero que no le moleste que le «capturáramos», pero la tentación era demasiado grande.
Quisiera agradecer a todos y cada uno de los que han aportado su granito de píxel durante estos diez años. A todos sin excepción y a Mia Font, el guardián de la pócima secreta. El hombre que cada día riega un poco la planta, nos coordina y mantiene a CAPTURA con esta extraordinaria salud. A por diez años más.
10 años de Captura
Nuestra «niña bonita», Captura ya tiene diez años. Todavía recuerdo como nació. Los de El Terrat estábamos en la Estación de Francia, realquilados, y yo le propuse a Santi Millán que me acompañara en este viaje. Enviaríamos cámaras de fotos digitales (el fenómeno empezaba a despegar) a personajes conocidos y solo les pediríamos algunas instantáneas de su vida, una muestra de sus «miradas». Algo así como un club. Algunos nos dijeron que sí y conseguimos contagiarles esta pasión por las fotos y una suerte de «documentación cotidiana» que se actualizaba constantemente. El resto fue… perseverancia.
Diez años no se improvisan y piden mucho, mucho cariño para el proyecto. Ahí está Mia Font, «el jardinero digital» que ha regado cada día el huerto y solo así han brotado más de veinte mil imágenes. Manteniendo la llama encendida en estos tiempos resultadistas, donde si algo no da mucho dinero parece que no interesa. Pues, no. Captura no nos otorga ningún beneficio, ni lo pretende. Quizás ahí está la gracia o el motivo de su longevidad. Tenemos un verdadero archivo monumental que , desde hace mucho tiempo, abrimos también a todo el mundo. Les denominamos «invitados» y nos consta que es un pequeño acontecimiento que celebran y valoran. «¡Me han publicado en Captura!». Esa satisfacción es nuestro mejor premio.
Los personajes famosos impulsaron el lanzamiento, pero el cohete sigue en el espacio por la aportación de la gente en general. Bueno, Urmeneta, Font, Reta, Quevedo, Sistiaga, Poblet, un servidor… publicamos desde el primer día. Déjenme que saque un poco de pecho por los veteranos aunque el agradecimiento es para todos.
Durante todos estos años, la fotografía digital ha evolucionado mucho, lo último fueron los teléfonos con cámaras y las redes donde se publican y comentan miles, millones de imágenes. Bienvenidas sean. No hacen otra cosa que confirmar lo que tímidamente vimos hace diez años: como la red podía multiplicar la pasión por la fotografía sin tener que ser un profesional. Creo, sinceramente, que nosotros vamos por otra carretera. Ni mejor ni peor. Somos una pequeña sala de exposiciones en el ciberespacio. Nada más y nada menos.
Captura sigue viva. ¿Saben por qué? Porque Mia me dijo hace poco: «llegamos a los diez años». Ahí sigue. Horas antes, le había sugerido que «ficháramos» a un nuevo «capturador» que debutará en breve. La idea sigue con sus constantes vitales intactas. ¿Una foto del momento?
P.D.: Gracias a todos los amigos que han soportado estoicamente que les retratara una y otra vez. Entre ellos, mi perro Mel.
Más gente brillante de mi equipo
No sólo escriben para el programa, sino que también tienen «mundos paralelos» y brillantes. Hace poco me invitaron a descubrir la faceta fotográfica de nuestro guionista Javier Martín. Fue fichado automáticamente para Captura. Un descubrimiento. Y como molan los descubrimientos.