La lluvia

Martes, 22 de abril de 2008

Además de necesaria, es fotogénica. Los de la publicidad, siempre mojan las calles antes de rodar el anuncio. Por algo será. Los cielos encapotados suavizan y filtran la luz. La ciudad es un inmenso plató de fotografía. El agua llena de brillos el paisaje y las gotas son esos pequeños milagros diminutos que se pegan en los cristales.

La gente se comporta de otra manera. Camina de otra manera. Cuando llueve en Barcelona (no muy a menudo, por cierto), no puedo dejar de disparar fotos.
Lluvia (1)
Lluvia (2)

Lo que faltaba

Sábado, 29 de marzo de 2008

Me gusta la fotografía, me vuelven loco las camisetas y, de repente, se unen las dos cosas. ¡Bucle!
Camiseta con cámara
Cuando vi esta camiseta en el museo de la fotografía de Nueva York, no pude evitar comprarla. Y luego pensé: ¿fabricarán alguna vez, una cámara que vaya incorporada a la ropa y que con solo apretar el dibujo, haga una fotografía?
Cosas más raras se han visto. Lo dejo ahí, por si lo quieren aprovechar. Igual lo propongo a Captura.

Enamorado de la Barceloneta

Lunes, 1 de octubre de 2007

Si yo no fuera de Reus, me gustaría ser de la Barceloneta. ¿Puede uno enamorarse de un barrio? Creo que sí. Siempre que puedo me escapo al mar y, en lugar de las playas de diseño, busco el amparo de los callejones estrechos de la Barceloneta. Me gusta comer ahí. Me tranquiliza sentarme al sol o chalar con la quiosquera que me cuenta que ha visto al Rubianes. En la Barceloneta, la ciudad descarga en el mar todas sus tensiones. Las disuelve en la arena, se las comen los peces, se las beben los turistas. El paseo es perfecto, los chiringuitos (a falta de los antiguos), son verdaderos refugios para los urbanitas estresados.
Balcones en la Barceloneta
El otro día me escapé por enésima vez a «mí» barrio. Me compré la nueva revista «Esquire», leí la sabiduría de Eduard Punset, me enseñaron el nuevo hotel 54, escuché algo de música (cada vez soy más fan de Josh Rouse) y disparé fotos para Captura. Me sentó bien la comida, la charla con un amigo y la vida en general. No es tan difícil ser moderadamente feliz y el escenario tiene buena parte de culpa.

Hell-Heaven

Martes, 4 de septiembre de 2007

Así se llama el proyecto que tenemos entre manos, Mikel Urmeneta y un servidor. Infierno y cielo. Sin especificar dónde está cada uno de esos lugares inventados que, seguramente, sólo viven en nuestra mente. Quizás ni eso. Hell-Heaven es un juego, una diversión. Nos propusimos quedar en Nueva York y dibujar un mural en un papel enorme de siete metros de largo. Lo hicimos. Quedamos en Semana Santa y lo hicimos. Nació una técnica parecida al jazz, dónde uno se complementa con el otro y viceversa. Una de las cosas más emocionantes que he hecho en mi vida. La noche antes, no podía dormir.

Con Mikel por Formentera

Visto el resultado, le propuse a Mikel volvernos a encontrar en Formentera y completar la dualidad «Hell-Heaven». También lo hemos hecho. Ha quedado precioso. Creo que cada mural refleja el espíritu del lugar, nuestro estado de ánimo y más cosas que se me escapan pero que están ahí, entre los colores, los dibujos y las palabras. Tinta, pintura acrílica, acuarela… lo que sea. Creo que tenemos algo muy bonito entre manos. Hay una galería de Barcelona interesada y quizás podamos pasar las barrera del pudor y enseñar lo que hemos parido.

Charlie Lonnegan se encarga de inmortalizarlo en video y Mia Font de que rule por la red. Hell-Heaven es como un pequeño monstruo dormido a punto de ponerse de pie y empezar a andar. Es un placer indescriptible, hacer lo que te pasa por la cabeza, sin dar explicaciones a nadie. Hacerlo porque sí. Porque lo llevas dentro y porque te divierte. Más noticias próximamente.

Mi pasión por el dibujo, va en aumento. Ya está colgada www.andreuwings.com. Es mi modesta presentación en sociedad.

Dibujar es hablar sin saber lo que vas a decir. Un lenguaje nuevo y subjetivo. Llevo mucho tiempo acumulando trabajos y ahora ha llegado el momento de abrir la carpeta.

Pau hace fotos

Miércoles, 23 de mayo de 2007

Nuestro compañero del programa Pau Costa, hace fotos de vez en cuando. Trabaja en atrezzo y cuando menos te lo esperas, dispara. Luego, silenciosamente, te las regala con un sobre a tu nombre. Así de fácil. Siempre me coge por sorpresa.
Con José Luís Rodelas
Estas son de la última función en Valencia, con José Luís Rodelas, el mago de la luz y con Frank Mercader que es tan buena persona como su fiel fender.
Con Frank Mercader
Yo creo que se merece entrar en Captura. ¿Te vienes Pau?

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