Con el culo en Málaga

Miércoles, 26 de marzo de 2014

Lo primero que dije al subir al escenario del Festival de Málaga para presentar «El Culo del Mundo» fue «Gracias». Así lo sentía. Poder enseñar nuestro primer trabajo cinematográfico en un escaparate tan bueno como el de Málaga, es para estar muy agradecido. Y contento, muy contento. Málaga es cariño a toneladas de su gente, profesionalidad y respeto de los medios, buenos contactos, amigos de la profesión, una ciudad preciosa… Lo tiene todo.

No sé cuantas entrevistas pude llegar a hacer, pero no importa. Ahora, nuestro modesto documental ya ha visto la luz y todos nos sentimos muy a gusto. Como he dicho veces, «El Culo del Mundo» es una suerte de terapia y de canción de amor a la comedia. Un retrato de un momento —largo y cargado de incertidumbres— donde me buscaba a mi mismo, a mi propio futuro y también las claves de un oficio que nos engancha para siempre. «¿Los has encontrado?» me preguntaban. Bueno, uno no deja nunca de buscar. El viaje no cesa y ahí está la gracia. Lo que sí he encontrado es un maravilloso equipo, compañeros dispuestos a abrir su corazón y un público cariñoso.

Los genios nunca mueren

Lunes, 8 de abril de 2013

Aquellos artistas que son diferentes al resto alcanzan la inmortalidad. Queda su trabajo, su obra, su manera de ver y de crear y eso es para siempre. Eso no quita que estos días, los que conocíamos a Bigas, nos encontremos tristes y cabreados con el maldito destino y esos giros tremendos, como curvas peligrosas que de repente toma la vida… hasta que se acaba. Era demasiado joven. No era el momento, aunque nunca es el momento de irse.

A los cinco minutos de hablar con Bigas, sabías que era diferente, irrepetible, especial… La manera en que te miraba, te preguntaba, te sonreía… Su descaro, su ironía, esa sensibilidad que no trataba de ocultar. Al contrario: siempre veía las cosas desde otro ángulo, con esa poética de campo, atávica, ancestral y lúdica con la que siempre regaba su obra.

Por suerte quedan las películas y su obra pictórica y muchas, muchas cosas que habrá que organizar y estudiar a fondo. Bigas era una suma de facetas, un hombre al que le gustaba vivir y hacer soñar. Le echaremos mucho de menos. Más de lo que creemos.

Bigas Luna

Bayona salta

Lunes, 11 de febrero de 2013

Ahí está el afamado director de cine J. Bayona, practicando un salto ágil y preciso por encima de un sofá. Estábamos grabando la pieza de entrada de los últimos Premis Gaudí de cine que tan buen recuerdo nos han dejado. Gracias a todos por los elogios. He llegado a pensar en hacer solo galas de grandes eventos. (No, es broma) ¿La verdad? Pues la verdad es un placer y un honor que te permitan «jugar» a hacer cine para los del cine.

Es muy emocionante comprobar que los profesionales del sector se apunten a ese juego, poniendo su colaboración al servicio del espectáculo. No importan las horas de rodaje, ni los ensayos, ni las inclemencias. El día del salto del sofá, J. Bayona estaba acabando su maratoniana promoción internacional de «Lo imposible». (¡Incomprensible como no está en más categorías de los Oscar!), pero tuvo un rato para apoyarnos. Y yo se lo agradezco. Todos lo hacemos. Y a su hermano Carlos que tuvo que trabajar mucho más.

En momentos así entiendes porque el cine engancha. Porque hay una camaradería intrínseca que está por encima del supuesto glamour. Hay una emoción de estar creando algo único que comparten todos los que participan en este oficio, mucho más artesano y vocacional de lo que pueda parecer. Cuando Bayona vino dispuesto a todo, no hizo sino confirmar lo que ya sospechaba: estos del cine son unos locos maravillosos. Una última metáfora para terminar: Bayona es el Xavi Hernández del cine.

Bayona salta

Los premios Gaudí

Lunes, 4 de febrero de 2013

Hoy estoy cansado pero contento. Siento esa satisfacción que compensa el esfuerzo, algo muy agradable. Anoche hicimos la quinta edición de los Premis Gaudí del Cinema Català y creo, sinceramente, que quedó muy bien. No era fácil. Nada es fácil. Debo compartir el buen resultado de la gala con el enorme talento de todos los que me han rodeado.

Una gala de estas características es un verdadero enjambre de profesionales que se dejan hasta el último aliento en favor del espectáculo. Es como construir un barco que solo navegará unas horas. Una locura. La lista es muy larga: desde los jóvenes brillantes del ESCAC con los que rodamos el corto de entrada, hasta los equipos técnicos, de guión, vestuario, maquillaje, producción y muchos más. La situación actual no permite la contratación de un gran número de profesionales, así que la presión sobre los escogidos se multiplica. Otro reto (superado) para todos ellos. Gracias a todos los actores y directores que «jugaron» con nosotros, a TV3 por redoblar su apuesta televisiva y, sobretodo, a la Academia Catalana del Cinema por confiar en EL TERRAT. La verdad es que llevamos un buen número de eventos de estos. ¿Nos estaremos especializando?

Yo me lo pasé muy bien. Volví a sentir ese cosquilleo (una mezcla de adrenalina, nervios y emoción) de las buenas noches televisivas. Es lo que más me gusta en este mundo. Lo mejor es haber gustado a la gente del cine catalán porque de eso se trataba. Era su fiesta. Misión cumplida. Recuperé un Gaudí de chocolate, dije lo que quise, me puse el traje azul más feo de la historia y tuve la sensación de estar en el sitio adecuado, con el equipo perfecto y ante un público amigo. Pensé que me tomaría un día de descanso y es lo único que no voy a cumplir. Hace un día maravilloso en Barcelona, la comedia me ha rejuvenecido un poco y voy a «aprovechar» el tirón emocional. Gràcies a tots!!! Y ahora ¿qué hay que hacer?

Andreu Buenafuente i els Premis Gaudí

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