Verano 2012

Domingo, 12 de agosto de 2012

Una mitad del cuerpo (de la cabeza) de vacaciones, la otra no. Una mitad me dice que con este calor no hay quien haga nada, que no hay nadie operativo de verdad en ningún sitio. «Ya si eso eso en Septiembre lo hablamos…» La otra me dice que no me he ganado las vacaciones. Soy así, qué quieren que les diga.

Por primera vez en treinta años de profesión, todavía no sé qué voy a hacer en Septiembre y, eso, me desconcierta y me preocupa. Somos de rutinas. Nos gusten o no. Somos de objetivos, de metas, de un día a día planificado al que te adaptas y sobre el que orbita tu vida. Cuando eso no existe, te desenfocas, te dispersas…

Pienso en toda esa gente que no tiene trabajo, ni expectativas. Eso todavía es peor. Pienso en el otoño jodido que se avecina, en el crudo invierno en todos los aspectos. Joder… Pienso (y no lo hago positivamente), en todos los que nos han metido en este embrollo a nosotros, al resto, que toda la vida hemos trabajado y pagado nuestros impuestos. Si pienso eso, se me pasan las ganas de ir a la playa. Si no lo pienso, también. Veo tíos en bañador, gritando en un atasco. Quizás el cuerpo se detenga por vacaciones pero la mente no.

Busco siestas reparadoras, anestesiantes, he comprado un ventilador que hace mucho ruido. Es como dormir al lado de un avión sin alas. Pongo los Juegos y la tele congela la imagen diseminándola en miles de cuadrados de colores. No va bien. (Una metáfora?). Voy a leer el último libro de Pep Bras, uno de los mejores guionistas que he conocido. La ficción, ese salvavidas…

Mitad Vacaciones

Amo a Marilyn

Martes, 31 de julio de 2012

Todos la amamos. Incluso los que no lo saben todavía. Soy un pescador habitual de fotos en internet y puedo decir, con conocimiento de causa, que Marilyn gana por goleada. Hay cientos, miles de ellas. Posados, robados, casuales… Antes las coleccionaba, pero tuve que dejarlo.

Lo que sí hice fue otro experimento: ¿qué pasaría si la dibujara sin toda su belleza? Dibujar lo contrario de lo que el icono significa. A partir de un retrato de Avedon (posiblemente, el mejor que le hicieron nunca), me salió esto. La Marilyn que no existió. Aunque, como bien sabemos, debajo de la belleza física había una chica triste que luchaba por encontrar la estabilidad. Y nunca lo consiguió.

«Fotodiario» en El Periódico

Marilyn Monroe

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