¿Somos tontos o qué?

Domingo, 20 de octubre de 2013

Cada vez que salen a la luz los informes que evalúan nuestro nivel de formación, nos tiemblan las piernas. Lo del informe PISA, por ejemplo, es como si periódicamente nos colocaran unas orejas de burro a todos los españoles para recordarnos lo tontos que somos, lo mal que estudiamos y las consecuencias que todo eso tiene para nuestro futuro. Puro escarnio. El informe saldrá en diciembre, así que ya podemos ir preparando el capirote para colocarlo en la cabeza de nuestros jóvenes. Estarán muy contentos, ya verán. El Gobierno subiendo las tasas de las universidades para que solo estudien los ricos y, encima, vamos a recordarles que no tienen nivel. Muy bien, muy bien.

Mientras tanto, para ir haciendo boca y evitar que nos relajemos, se ha conocido el PIAC (Programa Internacional para la Evaluación de las Competencias de los Adultos). ¡Otro! Este nos toca a todos. Ese tipo de informe del que nadie ha oído hablar (siempre preguntan a otros), pero que igualmente nos deja a caer de un burro, y nunca mejor dicho. El Periódico de Catalunya publicaba una portada demoledora: «Marca España». Una lista con todos los países de la OCDE, y nosotros, en el último lugar en lo que a comprensión de matemáticas se refiere. Unas páginas más adelante, Rafa Nadal, con su número uno del tenis mundial; pero nosotros, en la cola de veintitrés países estudiados. Parecería que nos va el deporte, pero lo de hincar codos… no tanto.

Escuché a un tertuliano por la radio con una interesante teoría: «El Gobierno podía haber filtrado o evitado el dichoso informe, pero, de alguna manera, el ministro Wert era el primer interesado en que todo esto se supiera y se aireara. Así tiene más fuerza para imponer su nuevo plan de educación». ¡Bueno! ¡Lo que faltaba! No hay semana que no salga Wert por algún lado. Siempre mal, claro. O sea: nos disparamos en el pie para aplicarnos la nueva medicina. Esta, ahora, se llama LOMCE. Por supuesto, ya ha nacido entre polémicas, sospechas y ese tufo político interesado que todo lo impregna. Vergonzoso. Todos los gobiernos hacen lo mismo: los mismos errores. Se confirmaría que no aprendemos, en el sentido más amplio de la expresión. ¿Cuántos planes llevaremos? Según parece, ahí está la madre del cordero. Hemos mareado la perdiz de tal manera que, al final, todo eso afecta, y mucho, al desarrollo normal de la educación de un país.

¿Somos tontos los españoles? No. Sencillamente nos gobierna gente que no está preparada, no aborda el tema con la profesionalidad y la amplitud de miras que necesitamos. Sin partidismos ni mandangas que caducan cada cuatro u ocho años. Haría falta gente -teóricamente, especialistas- que entienda el carácter sagrado de la educación y su estratégica importancia en la construcción de una sociedad. Y mucho más hoy en día, cuando no tienes suficiente con una carrera, se te exige saber de todo, ser polivalente, dominar tres o cuatro áreas de conocimiento e interconectarlas. Si no, te quedas fuera de esa autopista del conocimiento directamente relacionada con el progreso y el bienestar. No veo a nuestros dirigentes por la labor. Al contrario. El presidente mallorquín, por ejemplo, se saca de la manga lo del trilinguismo en las escuelas y monta un cirio porque la gente no es tonta y ve claramente que quiere arrinconar el catalán. Política educacional represiva y de vuelo corto, como el de las gallinas.

El Periódico cerraba su extenso reportaje hablando de Finlandia. Número uno mundial, educación totalmente gratuita, comida, libros, todo… Profesores excelentes y menos (y mejores) horas lectivas. Pues eso.

«El Berenjenal» en Interviú.

Volvimos un rato

Viernes, 18 de octubre de 2013

Siempre es un placer volver a la radio. Aunque solo sea un rato e improvisando como locos, con Berto Romero de colega. Ocho programas, ocho horas, para un verano tórrido. Pasé parte de mi vida en la SER (de 1992 a 2004), y allí construí mi estilo (si es que tengo alguno) y me formé como profesional. Luego, la locura de la televisión.

Me pareció muy indicada esta ala de avión que hizo las veces de mesa. Hoy en día, cuando parece que la estabilidad se ha esfumado, todo es provisional, momentáneo y urgente, se diría que siempre estás «en el aire»… Así es como vivimos nuestro «Nadie sabe nada» para la radio: llegó una propuesta, la cogimos, lo hicimos y lo disfrutamos. ¿Qué pasará en el futuro? Me remito al título del propio programa. No somos los únicos que improvisamos. Este país ha caído en las garras de la improvisación. Y eso ya no hace gracia.

«Fotodiario» en El Periódico

Volvimos un rato

Hermanos por parte de huerto

Jueves, 10 de octubre de 2013

Un limón y una manzana que no se parecen pero «tienen un aire». Quizás sea porque son hermanos por «parte de huerto». Han nacido y se han criado uno al lado de la otra. Chico y chica. Han respirado el mismo aire, han aprovechado el mismo sol y el mismo agua. Si tuvieran sentimientos (algo que todavía no se ha descubierto, pero quién sabe); se querrían fraternalmente. Vivo desde hace años fuera de la ciudad y esa es una de las mejores decisiones que jamás he tomado. Ahora tenemos huerto y cuidamos nuestros árboles. Hay una agradable armonía en todo eso. Una pequeña paz. La naturaleza no pide nada, ni se las da de nada. Hay una honestidad, una lección diaria y un fruto generoso. Solo hay que observar y… relajarse (un poco).

«Fotodiario» en El Periódico

Hermanos de huerto

Molestias

Sábado, 5 de octubre de 2013

De la disculpa inicial solo sobrevivieron las molestias. Alguien creyó que había que arrancar parcialmente el cartel (nunca entenderé el gamberrismo) y amputó el comunicado de este comercio. ¿Y si cerró por defunción? Antes se ponía eso. Luego la gente pasaba y daba el pésame. Antes las tiendas eran «de la gente». Formaban parte de su vida, su día a día, su cotidianidad… Ahora, la mayoría de las tiendas son de Amancio Ortega.

«Fotodiario» en El Periódico

Molestias

Cura de humildad

Viernes, 4 de octubre de 2013

Si no fuera porque conozco al gran fotógrafo Albert Bertrán de El Periódico, pensaría que la ha tomado conmigo. Ja, ja! Decidió que para ilustrar ESPAIN, lo nuevo de La Shica con la que he colaborado, debía desenfocarme y priorizar a la artista. Esto es una cura de humildad en toda regla.

Ella es «la protagonista». De acuerdo. Es más, me gustaría haber aparecido detrás, muy lejos, muy oscuro, irreconocible. Y no aparecer que estoy más visto que el TBO. Se lo diré cuando lo vea.

Albert Bertrán

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