¿Dónde están las ideas cuando no las tienes? ¿Se acumulan en un almacén, esperando el momento idóneo para salir? Las ideas son destellos, microsorpresas, diminutos giros de la razón que nacen para nos sintamos únicos y diferentes. Las ideas son como los espermatozoos: hay millones pero solo las escogidas fecundarán. Las ideas son como de cristal fino, muy delicadas. Hay que tratarlas con sumo cariño porque cualquiera de ellas puede que lleve premio. Y el premio es seguir pensando, soñando, inventando… viviendo.
«Fotodiario» en El Periódico