El (otro) pesimismo

Martes, 16 de julio de 2013

Hay «otro» pesimismo. Uno que no responde al patrón de gente oscura, agorera y siempre negativa. Los pesimistas están muy mal vistos, y mucho más ahora que florecen los gurús de debajo de las piedras, como hechiceros de una tribu triste y sin horizontes, que vendríamos a ser todos nosotros. Los otros pesimistas de los que hablo son gente a la que le asiste la razón, un cierto estudio sincero y sin tabués de las cosas (gente informada, con criterio) y, en consecuencia, con un pronóstico nada amable de lo que nos queda por delante.

Digo esto porque he coincidido con algunos últimamente y me han dejado tocado. Son personas vitales que quieren con todas sus fuerzas que todo vaya bien, pero… Un hombre mayor, ilustrado y simpático, me dijo una tarde con un helado en la mano: «El capitalismo ha fracasado como lo hizo el comunismo en su momento. Al comunismo se le dejó caer, pero con el capitalismo no va a pasar. Hay demasiados intereses como para que eso suceda. Ya verás, ya…». Tuve que lamerme la mano, porque el chocolate (amargo) chorreaba por ella. Otro. Un amigo rockero de profesión. Músico, soñador pero currante. Huyó de la Argentina oscura de Videla y construyó su vida en España. «Todo es una gran farsa. El sistema se está purgando para proteger y reforzar a las clases dominantes. Un día hablarán de recuperación, pero no será verdad, lo que tendremos será una enorme brecha entre los que más tienen y los más pobres. Habrán ganado. Otra vez». Nos despedimos. Mientras volvía a casa recordé a Sampedro cuando decía: «Los poderes económicos están fuera de todo control político». Me miré en el espejo. «¿Qué significa, a día de hoy, ser optimista?». No me contesté.

«El Berenjenal» en Interviú.

Verde que te quiero verde

Sábado, 20 de abril de 2013

Me llegó un vídeo a través de Twitter. Se trataba de Primavera Verde, y no tardé ni dos minutos en lanzarlo de nuevo a la red, que es la manera actual de apoyar algo. ¿Por qué lo hice? Pues porque, como puse en mi blog, se trataba de «la dignidad mirándote a los ojos». Es un vídeo sencillo, pero eficaz. Directo, honesto, donde el ruido y el escándalo de los afectados por las hipotecas adquiere una dimensión humana y serena. Son hombres y mujeres de todas las edades y procedencias (futuros sin techo) mirando directamente a cámara y soltando verdades como puños, dramáticas evidencias, animándote a actuar… Es magnético, no puedes mirar hacia otro lado. En el vídeo hay algún votante del Partido Popular, gente humilde que nos recuerda que «Europa ya nos ha dicho que no es justo» y que no se trata de politizar el conflicto, sino de humanizar las soluciones.

Si tienes dos dedos de frente, algo de corazón y de sentido común, te quedas petrificado. No tienes otra alternativa que la de apoyar. Ahora que los escraches famosos están en el ojo del huracán, muchos aprovechan para criminalizar a la PAH, desviando el foco con la insana finalidad de seguir desoyendo el clamor popular. Sí, los escraches son agresivos. No pueden ser de otra manera. ¿Qué haríamos si estuviéramos en su situación? Es gente que se queda sin casa, ante las casas de los que pueden y no quieren evitarlo. Delicadísima ecuación, sin duda. Pero si creen que a golpe de leyes preventivas y desesperadas van a callar a los afectados de la PAH, lo llevan claro. Hay una rabia colectiva, una evidencia que pesa toneladas y que seguirá empujándolos a seguir pidiendo justicia social. Las medidas serán más o menos afortunadas; pero como les asiste la dignidad, no cejarán en el empeño y, al final, lo conseguirán. Estoy convencido.

Mientras tanto, resuena la sabiduría del desaparecido Sampedro y ese desencanto que tiñó sus últimos años de vida. ¡Dejó dichas tantas verdades! Una de ellas: «Vivimos en una democracia autoritaria, donde el pueblo no es soberano». Ahí queda eso.

«El Berenjenal» en Interviú.