¡Pues anda que no he disfrutado poniendo la voz de Sancho Panza, en «Donkey xote»!. Era una espina que tenía clavada. Hace tiempo, hice unas pruebas para un oso (dicho así, queda curioso), pero no me cogieron. Bueno, no me han dicho nada más y la peli ya se estrenó, así que como «yo no soy tonto»… La espina ya es historia, porque Filmax me propuso meterme en la piel de Sancho Panza y dije automáticamente que sí. Tiene algo de magia, lo del doblaje de dibujos animados. Como un truco sonoro. Primero ves un ser regordete y mudo que camina por la pantalla. Te dan tus/sus frases. «Se las pones» en la boca y !tachán¡ ,cobra vida. Así. No diré que es fácil, pero si que es muy gratificante. Fue inestimable, la ayuda del director José Pozo y de Manolo García (la voz de Grisom) uno de los mejores dobladores del país. Un lujo de compañeros, vamos.
Una semanas más tarde, en la rueda de prensa, quise felicitar la valentía de Filmax y su inversión de 150 millones de Euros, en esta peli. Plantando cara a los millonarios americanos que encima vienen a España y no conceden entrevistas. Sólo una comparecencia autocomplaciente (Bee movie-Jerry Seinfield) y nada de vidilla. Mal. Eso sí. Luego todos como borregos a consumir sus productos.
«Donkey Xote» se apoya en el clásico de los clásicos, pero lo sirve según el paladar del siglo XXI. Se sale de la historia conocida, juega con ella y espera conectar estas navidades con el público. Pues mira: yo le deseo lo mejor. Ah, y una cosa. Soy Sancho Panza. Lo digo porque me tocó darle una voz especial y no se me reconoce. Lo mío con el cine es muy fuerte. O salgo diez segundos o no se me reconoce.